No sé porque te espero, ni porque razón te recuerdo,
pero cada que miro a los arboles te recuerdo hablándome de mil cosas
y quisiera que estuvieras junto a mi.
No se que espero para hablarte.
No se porque sigo pensando en ti, y preguntándome si estarás pensando en mi.
Solo miro las estrellas y les susurro tu nombre para que, aun con la distancia, te busquen y
te digan cuanto ansío verte y escuchar tu voz, aunque sea solo por un momento.
Miro al cielo y recuerdo tu cara y lo fascinante que es estar contigo...